domingo, 27 de diciembre de 2009

La pregunta que me deja el año 2009 y el fin de una década: ¿Cuánto es suficiente?

Parece ser la pregunta que nunca nadie se formuló antes del crecimiento desmesurado de la burbuja inmobiliaria, ni durante y, menos aun, después del desplome financiero y económico.



Terminal de automóviles puerto de Rotterdam, 13 de febrero de 2009, miles de vehículos nuevos esperan comprador (Periódico El País, España).
A pesar de que los efectos inmediatos de la actual crisis son profusamente abordados por los medios de prensa más visitados, leídos o escuchados, como el desempleo voraz o la falta de crédito para impulsar nuevas actividades económicas, que suman en una profunda crisis el panorama de España, son pocas las publicaciones o editoriales o personas, en definitiva, que al parecer han reflexionado acerca de las raíces mucho más profundas y poco analizadas de esta situación en la que nos encontramos.


¿Cuánto es suficiente? Parece ser la pregunta que nunca nadie se formuló antes del crecimiento desmesurado de la burbuja inmobiliaria, ni durante y, menos aun, después del desplome financiero y económico ¿Hasta cuánto realmente se podía crecer, crecer y crecer…? Una reflexión no menor si se considera que la palabra crecimiento es la única presente en cualquier discurso de cualquier partido político o de la Casa Real española, como fórmula “mágica” para salir de la situación actual. ¿Por qué en Europa se producen más vehículos de los que realmente se consumen o son necesarios? ¿Cuántos planetas tierra serían necesarios para mantener un nivel de producción como el de esta década? ¿Cuánto es suficiente?

Esta pregunta no es nueva y ya en los años ’80 mi compatriota de origen Sueco Manfred Max Neef, ganador del llamado “Premio Nobel Alternativo”, los Right Livelihood Award, en 1983, por su postulado de “Desarrollo a Escala Humana” que centralmente apunta a que el Desarrollo debe referirse a las personas y no a los objetos, ya se la había formulado. En este sentido, en el ámbito del desarrollo a escala humana, podríamos realizarnos una pregunta en apariencia pueril: ¿cuánto debe crecer una persona?

Algo que resulta tan fácil de visualizar en un ser humano, como es la imposibilidad de un crecimiento permanente en el tiempo, siendo totalmente inorgánico e insostenible, sin embargo, no se traslada a las esferas de quienes dirigen los destinos económicos del planeta, prevaleciendo en el discurso que el crecimiento será la única vía para salir de la situación de crisis actual. Me parece que algo más de reflexión debe existir ante una situación de parón económico como el actual, ya que difícilmente, creo, las mismas fórmulas que nos están conduciendo hasta el abismo, serán las que nos salven como especie humana.

Me parece relevante plantearse de verdad temas centrales como cuánto es lo realmente deseable de crecer, o en qué áreas se puede crecer y cómo, sin afectar con ello la sostenibilidad de los ecosistemas o generar guerras por el coltán como en el Congo. Claramente, la felicidad profunda del ser humano no se encuentra en el consumo desmedido, ni en llenar nuestras barrigas hasta reventar y aumentar los problemas de salud pública por obesidad.

El hambre en el mundo puede desaparecer, sólo es necesario mirar a nuestro alrededor y actuar en consecuencia, con real aprecio por el otro, el que es diferente. Curiosamente, estimo que el necesario cambio de conciencia o de paradigma que debe producirse, para una vida en equilibrio de la especie humana con su medio y sus semejantes, también nos puede conllevar a un mayor estado de felicidad, de plenitud y de paz con nosotros mismos.

Posted on domingo, diciembre 27, 2009 by Roberto Salinas Yasuda

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martes, 8 de diciembre de 2009

La Doble Moral de Occidente


Los mismos países que mandan ayuda a los saharauis perpetúan su drama por intereses económicos”, señala una reciente publicación del Frente Polisario en su página web. Pero ¿es esto posible? No sólo es posible, ya que la ayuda internacional puede contribuir de manera franca a que una situación nunca cambie, como la ayuda enviada por el Gobierno Español al pueblo saharaui, que en realidad, lo único que hace es perpetuar la situación de vida precaria en los campos de refugiados, ya por más de 30 años, en vez de buscar una solución real al conflicto saharaui. Los intereses económicos de España en Marruecos son cada vez más ingentes, con una creciente cantidad de empresas españolas intentando llevar a cabo proyectos en Marruecos, que ante la situación de crisis económica como la que vive España, podría llegar a ser vista casi como una oportunidad de salvación, pero ¿cuál es el precio? El pueblo saharaui vive en sus carnes, día tras día, la política exterior del Gobierno Español. Entonces, el supuesto de mejor mantener la ayuda internacional, para que nada cambie, pareciera no resultar del todo descabellado.


Otro ejemplo similar, esta vez con respecto a Latinoamérica, ha expuesto Anastasia O’Grady (editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal), al señalar que “La ayuda externa mantiene a Latinoamérica en la pobreza”. Esta afirmación apunta a que en realidad lo que se está propiciando es la perpetuación de un statu quo, como si en realidad no se quisiera que esta zona emergiera y surgiera, como lo está haciendo China, India o Brasil.

Pareciera ser una opción no del todo descabellada para algunos Gobiernos, enviar un tipo de ayuda escasa, paliativa y del todo marginal que, en realidad, no se traduce en un desarrollo efectivo, quizás como una forma de evitar
economías emergentes que pudiesen poner en riesgo la posición actual de poder económico y dominio en las transacciones comerciales, sin importar, en absoluto, la pérdida de vidas de millones de seres humanos cada año por esta perpetuación. Vuelvo a las palabras de Jean Ziegler: "quien muere de hambre es víctima de un asesinato".

La Unión Europea no es ajena a este tipo de actuación y así, por una parte, mantiene las férreas restricciones de mercado que impone a través de su Política Agrícola Común, impidiendo el ingreso de alimentos provenientes de países empobrecidos (ricos en recursos naturales) y que podrían significar un real despegue de economías frágiles. A cambio, ofrece un conjunto de ayudas paliativas a través de la Comisión Europea y sus programas de cooperación al desarrollo, que en nada resuelven los problemas de pobreza y de hambre en el mundo. El documental “La poderosa agricultura europea” da cuenta con creces de esta situación, de este doble discurso, de esta doble moral.



¿Por qué existe el hambre en el mundo? La respuesta sigue siendo extremadamente cruel, inhumana, escalofriante y simple: porque así se ha querido y porque así lo hemos permitido.

Posted on martes, diciembre 08, 2009 by Roberto Salinas Yasuda

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jueves, 3 de diciembre de 2009

La Organización del Hambre en el mundo

Para entender un poco mejor la organización del hambre en el mundo, quizás sea importante primero plantearse ciertas cuestiones. Por ejemplo ¿quiénes son los que realmente gobiernan el mundo, cómo lo hacen, cuál es su finalidad?


Para comenzar a entender las reales intenciones de las “misteriosas” y “ocultas” entidades que mueven al mundo y, como se verá, con intereses que seguramente son muy distantes a los de acabar con el hambre en el mundo, me parece sumamente ilustrativa la pirámide invertida con la estructura presupuestaria mundial que se encuentra en la sede de la ONU.

Cito textualmente a Ziegler: “
En una inmensa pared blanca que se encuentra sobre la galería de visitantes, a la entrada de la sala del Consejo de Seguridad, en la primera planta del rascacielos de la ONU en Nueva York hay un gráfico. Una pirámide invertida muestra, en sus dos tercios superiores el gasto militar mundial en un año y en su tercio inferior el coste anual de los principales programas sociales, medioambientales y de desarrollo de la ONU. El gráfico corresponde a los datos del 1 de enero de 2000. Desde entonces, las cifras han cambiado, pero la estructura presupuestaria mundial es la misma”. Los datos a los que hace referencia Ziegler son los siguientes:













Más claramente:








El gasto militar en un año representa el 76,4% de la estructura presupuestaria mundial, mientras que todo lo demás, insisto, absolutamente para todo lo demás, se destina sólo un 23,6% del presupuesto mundial.


Con esta estructura de presupuesto ¿francamente cree usted que se lucha por reducir el problema del hambre en el mundo? Más aun ¿se busca reducir la muerte en el planeta? Y además ¿quiénes son los principales comerciantes de armas en el mundo?

Los cinco principales fabricantes de armas del mundo –calificados por la coalición de organizaciones humanitarias y pacifistas como los "peores culpables”– son también los países más poderosos de la ONU, con facultad de veto sobre las decisiones de su Consejo de Seguridad: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia. España ocupa el octavo puesto como país vendedor de armas (Centre d'Estudis per la Pau J.M. Delàs - Justícia i Pau, 2009).


Para finalizar, un pequeño vídeo ilustrativo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, con Sean Penn:


Posted on jueves, diciembre 03, 2009 by Roberto Salinas Yasuda

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martes, 1 de diciembre de 2009

Acabar con el hambre en el mundo
“Sé, que lo imposible se puede lograr
que la tristeza algún día se irá
y así será, la vida cambia y cambiará”
Diego Torres

¿Por qué todos los días mueren de hambre –seguramente de dolor también ante la mirada impasible de quienes han originado su muerte– y están sub-alimentados millones de niños, niñas, mujeres, hombres, ancianos y ancianas en el mundo?



Quizás la respuesta a esta pregunta pueda resultar escalofriantemente más sencilla de lo que a muchas personas les cabría esperar y, por lo tanto, muy lejos de intrincadas elucubraciones o de formulas inabordables de entender por su complejidad. Más aun, algunas personas podrían llegar a estimar que como es un problema tan “complejo” entonces no cabría nada más que aceptar esta condición prácticamente endémica de la humanidad, como una cruel fatalidad que nunca podría ser cambiada.

El hambre en el mundo no es una casualidad, todo lo contrario, el hambre en el mundo se encuentra perfectamente organizada. Así de claro lo manifiesta Jean Ziegler, relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentaciónen en su ensayo “El Imperio de la Vergüenza”. Asimismo, enfatiza Ziegler, son la Deuda y el Hambre las autenticas armas de destrucción masivas de este planeta, que afectan a miles de millones de personas este fin de primera década del siglo XXI.

También Ziegler nos recuerda que:
• “Las 255 fortunas privadas más importantes del mundo…equivalen a la renta anual acumulada de los 2.500 millones de personas más pobres del planeta, es decir, el 40% de la población mundial”.
• “Quien muere de hambre es víctima de un asesinato”.
• “Se produce entonces una regresión: el gladiador se convierte en la figura emblemática del modelo social dominante. El fuerte tiene la razón, el débil está equivocado”.
Otras obras del mismo autor, como “El libro negro del capitalismo" (2002) o "Los nuevos amos del mundo y aquellos que se les resisten" (2004), también pueden servir de referencia para una mejor comprensión de la pregunta planteada.

Entonces, la respuesta al hambre en el mundo no sólo sería escalofriante sino también terrorífica, ya que en realidad –todo indica que así es– se encuentra perfectamente organizada.

Posted on martes, diciembre 01, 2009 by Roberto Salinas Yasuda

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